Los artistas suelen regalarnos la posibilidad de sintetizar la historia en un par de sutiles pinceladas, en el muro de una esquina tanto como en una tela de museo. A veces cierta melodía se graba muy adentro y nos permite recordar el camino que alguna vez transitáramos allá lejos, hace tiempo.
Aquí, el colorido de los artistas se hace música, y su poesía permite en cruda armonía y rima precisa, en dos minutos, recorrer nuestro mundo cotidiano, la realidad que nos duele y enfrentarnos con la pobreza de nuestras torpes recetas, para responder a lo que nos pasa.
Gracias a los amigos de Pasión Murguera (www.pasioncarnavalera.blogspot.com)